La industria de la construcción es sin duda uno de los oficios más antiguos del mundo y ha significado para muchas culturas su evolución a través del tiempo, ya que es un fiel representante del desarrollo del país. También es un indicador de su capacidad en materias como economía, estructura o estabilidad. Por esta razón, el desarrollo de la industria de la construcción siempre ha estado ligado al acceso de la región o empresa a cierto tipo de materiales, y por supuesto, a las técnicas que determinan sus características y su uso. Incluso, es posible analizar la evolución de una construcción si se sabe cómo y con qué se ha construido.
Historia del avance de los materiales
En un principio, los materiales más utilizados durante los primeros años de la construcción fueron la piedra y los ladrillos de barro cocido. Un ejemplo de esta obra fue la gran pirámide de Giza, la cual fue, durante mucho tiempo, la estructura más alta en el mundo y la que continúa siendo un ícono de la construcción y arquitectura hasta el día de hoy. De hecho, la pirámide dio comienzo a lo que se conoce como la modulación, una de las construcciones más importantes para el diseño de cualquier edificio, ya que las piedras que dan vida a la pirámide fueron cortadas en medidas exactas que les permitieron a los constructores poder transportarlas y colocarlas. Ante este descubrimiento, los materiales de construcción ya vienen modulados para evitar desperdicios y permitir su fácil montaje.
Después de unos años apareció el ladrillo en Mesopotamia, uno de los materiales más importantes hasta la actualidad y con el que se comenzaron a construir las ciudades. Finalmente, se dio paso a la implementación de materiales como el hierro en la época romana, luego el vidrio y el acero en construcciones como el Palacio de Cristal en Londres, en 1951, y el concreto armado. Con este último se realizaron los primeros edificios verticales con estructura independiente de los muros, la cual sigue siendo una manera rápida y eficiente de construir.
El uso de tecnología en la construcción
Ahora bien, cuando hablamos de la incorporación de la tecnología a las obras de construcción, nos referimos a cualquier maquinaria, herramienta o software que conduzca al avance de los métodos de construcción. Esto puede incluir equipos tanto semiautomáticos como automatizados, tipo:
- Aplicaciones.
- Drones.
- BIM (Modelado de información de construcción).
- Realidad Virtual.
- Impresión 3D.
El uso de estas tecnologías no solo representa un avance en la construcción tanto en la planificación de procesos, proyección del resultado, almacenamiento de información, entre otros, sino que además puede ayudar en la mejora de la seguridad de los trabajadores. Por ejemplo, con la realidad virtual, los trabajadores pueden practicar el manejo de maquinaria pesada en escenarios o entornos potencialmente peligrosos y así evitar posibles riesgos.
Por otra parte, estas tecnologías también han permitido que el montaje de los edificios y sus partes fuera del sitio sea una alternativa viable, segura y eficiente durante la obra, ya que permite controlar costos, reducir el desperdicio y aumentar la eficiencia de los trabajadores.
Construcción verde
Ahora bien, otro de los avances en materia de construcción son el uso de tecnologías verdes, debido al incremento de información sobre el cambio climático y la necesidad de proteger nuestro medio ambiente.
Frente a este aumento de conciencia ambiental y la actual inclinación por productos que aseguren ser amigables con el medio ambiente, las construcciones con alternativas sustentables se posicionan constantemente dentro del mercado de la construcción.
Entre las alternativas de tecnologías de construcción ecológica, se encuentran:
- Energía solar.
- Materiales biodegradables.
- Aislamiento ecológico.
- Techos frescos.
- Fuentes de recursos sostenibles.
- Vidrio inteligente electrocrómico.
- Tecnologías de eficiencia del agua.
No obstante, si bien estas opciones de tecnologías verdes son claves para promover la conciencia y apoyo hacia el cuidado del medio ambiente, también son tecnologías altamente beneficiosas para las construcciones, ya que son más eficientes energéticamente, facilita procesos y convierten a los proyectos en soluciones sostenibles a largo plazo.